Soy un escéptico de las apuestas y los casinos. Siempre he pensado que cuesta mucho ganarse el dinero para jugárselo a la suerte después y perderlo todo, según las escasas probabilidades de ganar que ofrece: en el Sorteo Mayor de la Lotería Nacional, la probabilidad de ganar es de 1 entre 2 millones; en el Melate Retro es de 1 entre 3 millones, de acuerdo con Thelotter.com.
Sé que hay quienes acuden esperanzados a multiplicar su dinero, que a veces tienen ganancias marginales, pero que al final de cuentas pierden más de lo que ganan... hay quienes dicen que cuando hay dinero de por medio la emoción por ver deporte es mucho mayor... también estoy consciente de que somos libres y cada quien hace con su dinero lo que quiere..
De un tiempo a la fecha nos han apabullado las casas de apuestas deportivas, inundando todo el universo del deporte profesional, sobre todo la Liga MX de futbol, donde los patrocinios a equipos y medios de comunicación son millonarios. Desde el inicio de esta ola he pensado que la mezcla de deporte con apuestas es riesgosa y que no puede acabar bien...
Esta semana dos notas refuerzan mi escepticismo sobre el tema:
La justicia de Brasil acusa a siete futbolistas de amañar partidos en una trama de apuestas ‘online’. Una banda les pagaba hasta 20.000 dólares a jugadores de primera y segunda, según la investigación, por provocar un penalti, una falta o una derrota de su equipo para maximizar las ganancias.
Y la segunda es todo un reportaje de Front Offce Sports, excelente página especializada en negocios deportivos, donde habla del boom de las casas de apuesta deportivas en EU desde que fueron legalizadas por la Suprema Corte en 1992, por lo cual actualmente 33 estados de la Union Americana permiten estas apuestas.
Dice el texto: "(La legalización de las casas de apuesta) Ha generado $220 mil millones en apuestas deportivas legales realizadas desde 2018, lo que ha generado más de $3 mil millones de dólares en ingresos fiscales para los estados legales, según la American Gaming Association."
Se relata el avance de estos negocios, pero también cómo últimamente comienzan a descubrirse cada vez más fraudes:
"Sin embargo, a principios de mayo se descubrieron actividades mucho más nefastas en el béisbol universitario relacionadas con las apuestas deportivas.
"El entrenador de béisbol de Alabama, Brad Bohannon, fue despedido en medio de denuncias de actividades de apuestas sospechosas en torno a su equipo que obligaron a varios estados a detener las apuestas.
"En general, últimamente la integridad de las apuestas ha estado en las noticias por todas las razones equivocadas.
"En abril, la NFL suspendió a seis jugadores en relación con violaciones de la política de apuestas de la liga, solo unas semanas después de que la liga reincorporó al receptor abierto de los Jacksonville Jaguars, Calvin Ridley, de una suspensión de apuestas de un año.
"En diciembre, dos provincias canadienses detuvieron las apuestas en UFC debido a patrones de apuestas irregulares."
En México no se ha sabido de ningún caso público de fraude, tampoco se tienen cifras si esta moda ha incrementado los casos de adicción y ludopatía que suelen acompañar a la actividad.
El Ejecutivo Federal a través de la Secretaría de Gobernación es el encargado de ejercer la vigilancia y el control de los juegos con apuestas y sorteos en México, así como el cumplimiento de la Ley Federal de Juegos y Sorteos y su Reglamento.
La revista Líderes publicó en septiembre pasado que pese a no existir cifras oficiales sobre el tamaño del mercado nacional, estimaciones apuntan que el juego online genera en el país 35 mil empleos directos y 105 mil de forma indirecta. "(...) cálculos estimativos sitúan la cifra de negocio de este rubro en casi 8 mil millones de pesos por año."
Aun así, pienso que no tardaremos en destapar algún escándalo, que hará que se replantee todo el negocio desde cero, sobre todo su involucramiento con el deporte profesional y amateur.
ACTUALIZACIÓN
Pues hay quien comparte mis dudas sobre la triada: casas de apuesta / deportes / medios:
Resulta que, en Inglaterra, The Guardian Group prohíbe los anuncios de apuestas en todos sus medios
Alega que es poco ético recibir dinero de servicios que pueden conducir a la "adicción y ruina financiera"
The Guardian Group ha decidido prohibir, desde este mes de junio de 2023, la publicidad de apuestas en todos sus medios de comunicación, argumentando que es poco ético recibir dinero de servicios que pueden conducir a la “adicción y ruina financiera”.
Anna Bateson, la directora ejecutiva de Guardian Media Group, ha declarado que la publicidad, especialmente en línea, puede atrapar a los jugadores en un “ciclo adictivo” que causa estrés financiero, problemas de salud mental y problemas sociales más amplios.
“Los periodistas de Guardian han informado sobre el impacto devastador de la industria del juego en el Reino Unido y Australia, ayudando a cambiar la percepción y asegurando que el tema se mantenga alto en la agenda pública. Los estudios destacan una clara correlación entre la exposición a la publicidad del juego y el aumento de las intenciones de participar regularmente en el juego”, dijo Bateson.
Bateson expresó una preocupación especial por cómo las casas de apuestas utilizan anuncios en línea dirigidos para atraer de nuevo a los jugadores individuales. “Finalmente, creemos que nuestra obligación principal es hacer lo correcto por nuestros lectores, por lo que hemos decidido que hay otras formas de generar ingresos”, añadió.
La prohibición cubre todas las formas de publicidad de apuestas, incluyendo promociones para apuestas deportivas, casinos en línea y tarjetas rasca y gana. Se aplicará en todo el mundo a todas las plataformas en línea y de impresión de la compañía, incluyendo el Guardian, Observer, y Guardian Weekly.
La publicidad de la lotería ha sido excluida de la prohibición, ya que según un portavoz de The Guardian, podría tener beneficios sociales a través de la recaudación de dinero para buenas causas y normalmente implica “sorteos no instantáneos”.
The Guardian ya tiene una prohibición de los anuncios de las compañías de combustibles fósiles, que está vigente desde 2020.
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