El PAN vs Xóchitl

(Columna originalmente publicada en El Sol de México)

Mucha tinta ha corrido sobre la frenética campaña del presidente López Obrador en contra de la senadora hidalguense Xóchitl Gálvez, a quien él solito ha llevado a niveles presidenciales por su andanada desigual, diaria e ilegal en algunos momentos

Sin embargo, Gálvez tiene otros obstáculos a vencer, mucho más inmediatos a ella que el presidente de la República: la cúpula panista, que originalmente no la quería de candidata a la jefatura de Gobierno, mucho menos a la Presidencia.

El panismo cooptado por la dirigencia nacional de Marko Cortés y la capitalina de Jorge Romero, ya tenían sus candidatos: Santiago Creel a la grande y Santiago Taboada a la jefatura de Gobierno de la CdMx. Hay compromisos con ellos, hay ya listas preliminares de candidatos de todo tipo, simpatizantes y allegados a los presuntos precandidatos, lo que se ha quedado en vilo con esta inesperada irrupción de Xóchitl en el escenario nacional.

Ninguno ha abierto la boca en el caso AMLO vs la señora X. En corto insisten en que el plan original se respetará y que esto es sólo una bola de humo que pasará con el tiempo.

No ven lo inviable de sus candidaturas, sino lo macizo de sus compromisos personales. No hay mejor adversario para la 4T que un político con apellido porfirista, que ya ha gobernado con pocos resultados. Tampoco advierten el enorme e indudable desgaste del panismo capitalino y de Benito Juárez con el escándalo del Cártel Inmobiliario, que involucra al detenido Christian Von Roherich, pero también a Romero y a Taboada.

Por otra parte, Gálvez tendrá que lidiar con el “fuego amigo interno involuntario”, como el que le generan personajes pedestres como Vicente Fox, quien salió con que hay que acabar con los programas sociales y poner a trabajar a los flojos, lo cual es música para los oídos morenistas y una forma fácil de perder posibles electores. Más pronto que tarde la senadora tendrá que deslindarse de todo aquello que venga del panismo pero que no le aporta nada o que, peor aún, le reste.

El pragmatismo haría inevitable la candidatura panista y del Frente Amplio por México en favor de la senadora, pero nos cuentan que las resistencias al interior del panismo son tales, que muchos militantes temen que esa necedad fincada en compromisos de grupo los lleve a un rotundo fracaso no sólo a nivel federal sino incluso local, en una delegación que siempre ha sido su patrimonio.

Vienen semanas de definiciones, en las que se verá si lo de Xóchitl es sólo una anomalía coyuntural o si tiene todo para consolidarse como una opción opositora competitiva frente a Morena, tal vez incapaz de ganar la Presidencia, pero sí de generar un movimiento nacional suficiente como para evitar que Morena conquiste la mayoría calificada en el Congreso, como es el objetivo principal de Palacio Nacional, que da por descontado el triunfo presidencial de su partido.

En los corrillos del poder se dice que Santiago Creel sabe que si Xóchitl no baja en las preferencias no tendría más que declinar a su favor, pero vendiendo cara la derrota, negociando muchas posiciones para él y el grupo que lo ha apoyado. En público rechaza que vaya a declinar en favor de ella.

También está el factor de la alianza Frente Amplio Opositor y el papel especulativo de Movimiento Ciudadano, que también operarían en favor del pragmatismo si la senadora hidalguense mantiene presencia nacional, lo que reduciría las opciones del panismo oficialista para imponer candidatos. Todo un juego de ajedrez es lo que veremos en los siguientes días.

ajimenez@oem.com.mx