martes, 24 de junio de 2025

"Libertad de Expresión en México amenazada por el regreso del Partido de Estado": Alejandro Jiménez




ENTREVISTA DE MARIO CAMPOS A ALEJANDRO JIMÉNEZ EN IBERO 90.9

(24 junio 2025)



En los últimos días, México ha visto un aumento en casos que amenazan la libertad de expresión, desde leyes ambiguas hasta presiones judiciales contra periodistas y críticos. Estamos ante un regreso a las prácticas del viejo partido hegemónico. Eso lo analizo junto con Mario Campos en su noticiero Radar, de Ibero 90.9 FM. Ahí revisamos las señales de alarma en estados como Campeche y Puebla, y cómo la autocensura se convierte en un efecto colateral peligroso.



[AUDIO] Presidenta Claudia Sheinbaum: Sí, así como el artículo sí lo leí. En el caso de Puebla, el caso de Campeche no conozco exactamente cómo es la situación, pero cualquier cosa que tenga que ver con la censura estamos en contra. Que quede perfectamente claro: está garantizada la libertad de expresión en México, y las y los gobernadores deben garantizarla.  


Necesito ver exactamente cuál es el tema en Campeche, enterarme bien, pero todo lo que tenga que ver con coartar la libertad de expresión no debe ser castigado, y menos penalmente. 


MARIO CAMPOS: Aquí la presidenta está mal informada o se está enterando después, porque le llegan los casos como el de Puebla cuando dicen: "Bueno, que se revise, pues sí, ya estaba publicada la ley." O en el tema de Campeche que dice: "No, pues no estoy informada, habrá que revisarlo." Lo cual es poco, o sea, si es verdad, es malo porque significa que la presidenta no está bien informada, y si es mentira, es malo porque la presidenta tendría que hacerse cargo de lo que está pasando en el país, entre otras cosas, con gobernadores morenistas como la gobernadora de Campeche, Sansores, o el gobernador Armenta de Puebla, más lo que se ha ido presentando en casos como el de Héctor de Mauleón o los dos casos que le presentamos ayer del Tribunal Electoral, que platicamos con Leopoldo Maldonado de Artículo 19: uno es de Leticia Wilkins y otro de una ciudadana que por postear algo en redes termina siendo multada o se le pide que se disculpe en sus redes personales o que tome un curso bajo el paraguas de la supuesta violencia política de género. De todo esto vamos a abordar con Alejandro Jiménez, director de opinión de la Organización Editorial Mexicana, periodista con muchas horas de vuelo.  


Querido Alejandro, ¿cómo estás?  

—Hola, Mario, ¿cómo estás? Muy buenos días, gusto en saludarte. Muy contento de estar aquí platicando contigo, pero muy preocupado por todo lo que está pasando.  

—Así es. Oye, y me faltó decir que además eras del primer grupo de colaboradores de Radar, así que siempre juegas de local en este espacio, querido Alejandro.  

—Muchas gracias, Mario. Siempre muy a gusto contigo.  


—Oye, cuéntanos, ¿cómo estás leyendo el ambiente en general? Podríamos detenernos en alguno de los casos, como el de Campeche, pero más allá de un caso en específico, ¿cómo lo percibes?  

—Yo leo que esto es el regreso del partido de Estado. Dijiste que parecen casos aislados, pero en realidad hay un común denominador: el abuso de poder. Tener a la mano todos los instrumentos judiciales, el control de la judicatura, de las legislaturas, el megapoder de los ejecutivos estatales, crea el ambiente propicio para esas pulsiones autoritarias que están en todos los gobernantes, no solo de Morena. Cuando estaba el PAN tenía lo suyo, cuando estaba el PRI, pues no se diga. 


Esas pulsiones de callar, de "no me critiquen", se vuelven más fáciles para quienes están en el poder sin contrapesos. Estamos hablando de Campeche, Sonora, distintas partes de la República donde el patrón es el mismo: alguien que se queja por algo menor, como un tuit, y es acusado de violencia de género; o por escribir que hay corrupción en el estado, como pasó en Campeche –el peor y más aberrante de esos casos– con la impunidad de que no les van a hacer nada y los jueces les van a hacer caso. 


Vemos a unl Tribunal Federal Electoral, totalmente cooptado con su presidenta Mónica Soto obedeciendo ciegamente los mandatos de la 4T. Esto es el regreso del partido hegemónico, donde hasta las piezas más chiquitas se sienten con la soberbia para acallar a la prensa y a los opositores. Las nuevas generaciones no vivieron al PRI en los 70s u 80s, pero esto es lo mismo que pasaba entonces.


Yo entiendo que la gente busca bienestar votando por un mismo partido que le promete bienestar, pero cuando no hay contrapesos se dan estas manifestaciones. Ahora lo vemos a nivel municipal o estatal, pero esto puede crecer a nivel federal una vez que tengan magistrados o ministros, con una Suprema Corte compuesta por alguien como Loreta Ortiz, hostil a los medios, o Lenia Batres.



—Oye, y en un escenario como este, empieza la autocensura. Ahorita hablamos de acciones de gobiernos, pero cuando funcionan, generan un efecto inhibitorio. Así como hay quien piensa qué tuitea por si le revisan para una visa, puede pasar lo mismo aquí.  

—Sí, es el regreso a los tiempos del PRI, donde los medios se contenían ante un poder capaz de agredirlos, quitarles la publicidad o demandarlos. Los medios comienzan a ser “cautelosos”, a cerrar espacios, a decir "mejor no me meto". 


Parece ser el caso de Salvador García Soto en El Heraldo, a quien le dijeron que, pese al rating y los éxitos comerciales, preferían no tener líneas editoriales riesgosas. Igual pasó en Excélsior a finales del año pasado, donde los críticos más agudos fueron discretamente hechos a un lado.


El efecto colateral perverso es de detenerse ante el poder: Si yo como periodista me lanzo contra Layda Sansores o Armenta, sé a lo que me expongo, y comienza ese efecto de podredumbre, de "mejor no digo nada".  



—¿Cómo se relaciona el caso de Campeche con la ley de telecomunicaciones y qué acciones se deberían tomar para frenar casos similares?  

—Las acciones son echar atrás esos argumentos legales medio escondidos en leyes mayores, que permiten censurar páginas o medios donde se critique. Son larvas que se convierten en monstruos.  Hay que detener la legislación ahí.


Creo que hay suficientes ojos en la sociedad y la reacción opositora de los medios es saludable; el hecho de que tu y tyo estemos platicando esto es saludable. El hecho de que hablemos de esto detiene esas pulsiones autoritarias. Que el gobernador Armenta diga "lo vamos a revisar", o la presidenta finja ignorancia y haga como que la Virgen le habla, muestra que son tiempos donde le están midiendo el agua a los tamales. Son buscapiés para ver cómo reacciona la sociedad. 



Encuentra el audio de la entrevista en este enlace: http://bit.ly/4k56h9y




 

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