jueves, 15 de junio de 2023

18 impresiones personales sobre el documental del caso Paco Stanley

 


Acabo de ver en VIX los cinco capítulos de la miniserie sobre

 el asesinato, hace 24 años, de Paco Stanley y me provocó varias impresiones:


(aviso: spoiler alert)


1.- Gran trabajo de Diego Osorno. Muy profesional, tratando de cubrir todos los ángulos, contextualizando política y socialmente el entorno. Se convocó a todos los involucrados, de todos los niveles, incluido Cuauhtémoc Cárdenas, entonces jefe de Gobierno capitalino. Creo que sólo Jorge Gil no aceptó participar.

2.- Bien la disposición de Televisa para abrir sus archivos, permitir pluralidad de voces e incluso aceptar la crítica a su forma de hacer televisión en aquel entonces.

3.- Se reafirma la mala calidad de esa televisión que, aunque popular, gozaba del bullying televisivo, la denostación y humillación de las personas como forma fácil y barata de hacer reir. No quiere decir que ahora esté mejor, sólo es diferente.

4.- Es la confirmación del poder que llegaron a tener los productores televisivos y algunos conductores famosos y su consecuente impunidad para abusar (laboral y sexualmente) de sus empleados, artistas o contratados, gracias a las relaciones de poder e intimidación que les daba el puesto.

5.- La enorme capacidad de auto humillación de Mayito.

6.- Lo raro que Mario Bezares no refiriera en este documental lo que fue a decir, más tarde, al programa de Jordy Rosado, sobre la rutina alcohólica que vivía por esos días este pequeño grupo de actores, tremendamente tóxica y autodestructiva, donde se deja entrever algo de droga, aunque con evidente minimización por parte de Bezares sobre ese tema en particular. 

7.- La explicación poco convincente de Bezares sobre el sobre de polvo blanco que se le cae al aire cuando bailaba gallinazo, pues desvía la atención sobre una caja de cerillos y no sobre la polémica bolsita.

8.- No queda claro por qué despiden a Stanley de Televisa si se suponía que era tan popular y metía tanto dinero a la televisora, lo que da pie a que se vaya a Tv Azteca.

9.- Lo sobrevalorado que está Álvaro Cueva como analista de medios.

10.- La hueva que daba Guillermo Ortega Ruiz en el noticiero nocturno.

11.- Lo inútil, periodísticamente hablando, de los testimonios de Alfredo Adame, Chumel Torres, Lily Tellez, Sofía Rivera Torres y los gemelos Brennan, aunque éstos pudieran entenderse en el contexto de aquellos programas chafas de nota roja que pululaban en la época.

12.- Lo curioso del testimonio de Ricardo Salinas Pliego y su confesión de la “cagotiza” (sic) que le puso el presidente Zedillo el día del asesinato.

13.- Las tremendas referencias al aire de Stanley al Mayo Zambada, y de otros testigos de primera mano sobre los tratos que tenían con Amado Carrillo, el señor de los Cielos, y con el cartel de los Arellano Félix y los Amezcua, que dejan pocas dudas sobre los terrenos que pisaba el conductor.

14.- La cuestionable actuación de Samuel del Villar como procurador capitalino que, teniendo evidencias de los grandes capos que andaban cerca de este grupo, se fuera por acusar a los eslabones más débiles del entorno cercano del conductor asesinado, creando un show mediático a partir de declaraciones circunstanciales. Show, me atrevo a decir, más grande en cobertura mediática al que años después protagonizaría García Luna con su montaje de la detención de Florance Cassez y la banda de los Zodiaco.

15.- El uso judicial y mediático de un chisme bajo que involucraba a un hijo de Bezares. Momento degradante de la justicia en la Ciudad de México y de los medios de comunicación nacionales.

16.- Que antes se permitiera a la prensa llegar hasta el cuarto de los arraigados a hacer preguntas, violando todo principio moderno de presunción de inocencia y del debido proceso. Ninguna comisión de derechos humanos actual permitiría el manejo procesal que se hacía entonces con los indiciados en una investigación.

17.- La terrible moda juvenil de los años 80 y 90. Los sacos con hombreras, los peinados vaporosos. Lo que Horacio Villalobos define como “los horribles 80”…

18.- Lo mucho que todos los involucrados en el evento, y yo mismo, hemos cambiado en 24 años. Como en todo, a algunos los ha tratado mejor la vida que a otros.


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